El día después de la intervención de Argentina en el Consejo de los Derechos Humanos de las Naciones Unidas, en donde ratificó su postura de condenar las violaciones a los DD.HH. en Venezuela, el jefe de Gabinete, Santiago Cafiero, ratificó en su cargo a Carlos Raimundi, el embajador ante la Organización de los Estados Americanos (OEA), que hace una semana había matizado la posición del país en esta cuestión.

“Estamos conformes con su tarea. No está bajo ningún estudio su funcionamiento o su cargo. Quiero desmentir eso”, fue el textual de Cafiero ante el Senado en el marco del informe de gestión. Ante la OEA, Raimundi había considerado que habían “sesgos” en la crítica por las violaciones a los derechos humanos del régimen de Nicolás Maduro en Venezuela.

No obstante, en Ginebra, Argentina ratificó su posición y votó a favor de la declaración respecto a los informes elaborados por la Alta Comisionada de las Naciones Unidas, Michelle Bachelet. Respecto a este punto, Cafiero señaló: “No vamos a promover ningún golpe de estado, la defensa de gobierno auto asignados, y Argentina en este punto ratificó la decisión de preservar los derechos humanos, en cualquier ámbito y en cualquier gobierno. Y no hay distancia ni diferencias con lo que se ha hecho siempre”.

Además, dijo que al país también le preocupan “los derechos humanos en otros países de la región, como en Colombia o en Bolivia. Incluso nos preocupan los derechos humanos de la comunidad afroamericana en Estados Unidos”, en un mensaje hacia el interior del espacio oficialista.

Pero ratificó también que el país sigue reafirmando que “las decisiones de bloqueos y de intervenciones nunca son el camino y siempre vamos a estar enfrente de ese tipo de decisiones, Argentina no es parte de esa política”.