El ministro del Interior, Wado de Pedro, comunicó en las últimas horas su decisión de ser precandidato a presidente por Unión por la Patria. La noticia, que fue celebrada por el riñón más kirchnerista del oficialismo, tuvo además su impacto directo en la provincia de Buenos Aires

Sucede que con su lanzamiento, el gobernador Axel Kicillof quedó mejor posicionado para convertirse en su candidato y así cumplir el deseo del mandatario provincial de ir por un nuevo mandato a nivel local.

Y pese a que parece una obviedad en el ejecutivo provincial todavía son cautelosos. La no confirmación del compañero de fórmula de Wado dejó abierta un sinfín de especulaciones que tienen como principal protagonista al gobernador tucumano Juan Manzur.

Hasta que no se defina la fórmula presidencial no podemos asegurar nada”, le dijo a Data Clave una fuente clave del ejecutivo bonaerense. “Nosotros estamos enfocados en lo que queremos. Y así venimos trabajando. Los intendentes ya dejaron en claro qué es lo que quieren y estamos encaminados”, agregó.

Como parte de una estrategia, el gobernador bajó el perfil en los últimos días y se enfocó de lleno en la recorrida municipal. San Fernando, Almirante Brown y La Plata fueron sede de sus tres últimos movimientos de gestión para apuntalar el objetivo principal de revalidar su mandato.

Hoy soy gobernador, con muchísimos planes, pero siempre (estaré) a disposición de un proyecto. No se trata de aventuras individuales”, fue la última mención en torno a candidaturas realizada por el mandatario.

En concreto, nadie oficializó aún a Kicillof como candidato. Pero el gobernador sabe que ya tiene un lugar guardado para la boleta del medio de Unión por la Patria. La decisión, como suele decir el propio gobernador, es parte del movimiento. “Cristina es quien define la política y la táctica electoral”, afirmó la mano derecha del mandatario, Carlos Bianco.

Lo cierto es que Kicillof consiguió la adhesión de los intendentes . “Queremos lista de unidad, y si hay PASO, vamos con la lista de Cristina”, aseguró el jefe de Gabinete bonaerense, Martín Insaurralde en los últimos días. La boleta de la vicepresidenta es la misma que la del gobernador.

Su declaración no fue una más. A Insaurralde siempre le interesó ser candidato provincial. Incluso algunos de los intendentes que lo apoyan buscaron instalar la idea de que Kicillof vaya como candidato a la presidencia. Algo que, al parecer, no prosperó. Se sabe, el lomense mantiene un pacto de unidad con el presidente del PJ bonaerense, Máximo Kirchner, el otro referente que buscaba que el exministro de Economía vaya a jugar a Nación.

La andanada de tuits con la que salieron los intendentes a exigir una lista de unidad y a dejar de lado las pretensiones de Daniel Scioli y Victoria Tolosa Paz fueron más que significativa. Si hay que a Kicillof lo costó conseguir fue el apoyo masivo de los jefes comunales. Sin embargo, hoy lo tiene.

Kicillof tiene por delante definir quién lo acompañará en la fórmula. Algo que ya adelantó semanas atrás al mencionar a su actual compañera, Verónica Magario. El camino por delante lo muestra como una de las principales llaves con las que cuenta el oficialismo para abrirse paso a rumbo a la Nación pero también, en caso de una derrota presidencia y una victoria local, para cerrar la Provincia.