El Congreso Nacional del Movimiento Evita desarrollado el pasado sábado en el estadio Malvinas Argentinas dejó algunas confirmaciones. Para empezar, se ratificó el alto al fuego interno. Al menos, por el momento. Y, en segunda instancia, se oficializó la intención de institucionalizar la corriente comandada por Emilio Pérsico para salir a competir en el 2023.

Nuestra apuesta por un espacio político de las organizaciones populares, de trabajadores y productores busca una sola cosa: fortalecer el Frente de Todxs, fortalecer la unidad de más y más sectores" para que el 2023 no sea recordado como el año en que el neoliberalismo volvió al gobierno", sino "el año en el que la unidad del peronismo volvió a demostrar que tiene capacidad de gobernar la Argentina y construir unidad nacional en favor de las grandes mayorías populares”, expresaron desde el Evita.

De esta manera, el movimiento comenzó la carrera interna para lograr posicionarse en favor de conseguir un mayor volumen territorial en la representación política. Sobre todo, de los gobiernos locales. En la actualidad, el Evita solo cuenta con una intendenta propia en los 135 bonaerenses. Y como buena parte de su fuerza reside en la Provincia, y sobre todo en el Conurbano, la intención es salir a jugar con más fuerza y plantarse como una opción clara frente a lo que puede representar la vicepresidenta Cristina Kirchner.

El plan es, justamente, “ser carril en una ancha avenida sin doble mano. Una opción clara hacia un mismo final”, le dijeron desde adentro a Data Clave. Es por eso que Mariel Fernández, a cargo de Moreno, ocupó un espacio central en el acto. Como el principal espejo para el resto de los dirigentes que buscan ir por más.

Ahí nomás, bien cerquita suyo, también se ubicó Leonardo Grosso, justamente uno de los que se muestra con más fuerza en el camino por la batalla comunal. En su caso, en San Martín, donde fue electo en las elecciones de 2021 como concejal luego de renunciar a su banca en la Cámara baja de la Nación para comenzar a tejer su principal objetivo: ser intendente.

No es el único. Hay seis dirigentes más del Evita, además de Fernández (quien se presume buscará la reelección), que saldrán a competir por el liderazgo de distritos del Conurbano.

Federico Ugo, de Tigre, es uno. El actual subsecretario de Economía Popular del ministerio de Desarrollo de la Comunidad comandado por Andrés "Cuervo" Larroque, sueña con ser intendente desde hace años. En 2015 fue su mejor momento para lograrlo. Sin embargo, la irrupción del empresario Sergio Szpolsky lo dejó fuera de acción.

La convivencia no es la mejor. Yo tengo un subsecretario del Movimiento Evita en el ministerio. Es un buen compañero, Federico Ugo. Desde el primer día, yo le dije con claridad lo que pensaba y él también. Y, en esto, quiero separar de Pérsico al grueso de la militancia, decía semanas atrás el funcionario provincial tras los cruces con el Evita.

Hoy Ugo, que fue funcionario de Zamora, quiere salir a disputarle la intendencia. Desde su espacio ven que el actual jefe comunal está debilitado por no encontrar un lugar de contención interna debido a los permanentes embates del massismo.

También en zona norte, el concejal Joaquín Noya se plantará como opción interna para un distrito donde el FdT no puede hacer pie. La intención es ser la principal referencia puertas adentro.

Con línea directa propia, Natalia Peluso también quiere ser la cara visible del Movimiento Evita en Ituzaingó. La dirigente, que fue candidata a diputada nacional en las últimas elecciones comanda Enamorate Ituzaingó, y desde su espacio quiere mostrarse como otra alternativa a Alberto Descalzo, quien internamente avisa que quiere correrse como candidato pero que todavía no encontró a nadie para reemplazar y, de seguro, en el 2023 deba salir de nuevo a competir tras 28 años al frente.

Lo de Agustín Balladares en Lanús no es nuevo. Hace rato que viene dando la pelea. Sin embargo, por ahora no pudo superar la interna con La Cámpora, que a nivel local la maneja Julián Álvarez.

Desde Tres de Febrero, la concejala Lis Díaz, avisa: “Sueño con gobernar Tres de Febrero, sueño con ser intendenta de Tres de Febrero y transformarlo realmente, porque creo que no puede haber ciudadanos de primera y ciudadanos de segunda… me desvela pensar que podemos hacer”.

Para cerrar, claro, está Patricia Cubría, la diputada bonaerense y mujer de Pérsico quien ya llenó de carteles La Matanza con el fin de plantarse como candidata y, por lo menos, arrebatarle lugares internos a Fernando Espinoza. Algo que, como se sabe, no cayó nada bien puertas adentro del FdT.