Las diferencias internas en el Frente de Todos comenzaron a tener su impacto local en los diversos distritos bonaerenses. Y Zárate no fue la excepción. Tras la renuncia del actual presidente del Concejo Deliberante, La Cámpora y Juntos se unieron en favor de que la titularidad del HCD no caiga en manos de un referente del intendente Osvaldo Cáffaro.

No es novedad que en el distrito de la segunda sección las discrepancias son grandes. Incluso previo a la interna nacional. En la actualidad, Cáffaro está al frente de un gobierno donde el PJ, La Cámpora, el Frente Renovador y el espacio del ministro de Seguridad, Sergio Berni, tienen su representación local. Algo que, claramente, complica la gobernabilidad del jefe comunal.

Para colmo, en el HCD, la diferencia a favor del oficialismo es mínima. En la actualidad, el Frente de Todos cuenta con 10 concejales propios contra 9 de Juntos y un bloque unipersonal que entró por la oposición pero que ahora responde al FdT.

En las últimas horas, el presidente del Partido Justicialista de Zárate, Leandro Matilla, se convirtió en el nuevo titular del Concejo Deliberante de Zárate tras la renuncia de caffarista Aldo Morino. Matilla fue electo con 12 votos de los 20 del HCD como parte de un acuerdo entre el nuevo titular de la UOM, Abel Furlán, cercano al kirchnerismo, el PJ local, el Frente Renovador y Juntos.

Se trató, sin dudas, de un golpe de peso que tiene como objetivo quitar del medio al jefe comunal para reiniciar la disputa por la conducción partido a partir del 2023.

Cáffaro perdió la presidencia del HCD por la renuncia de Morino que, según le confiaron a Data Clave, ya no toleró la presión de ambas partes de la vereda política. Sucede que, por orden del intendente, el ahora expresidente no podía sesionar, algo por lo que desde parte del oficialismo y la oposición vienen reclamando desde hace un mes sin éxito.

El concejal de Juntos, Marcelo Matzkin le cuenta a Data Clave que “no sesionamos desde el 10 de diciembre. Pedimos una extraordinaria con los votos necesarios y tampoco quisieron. Se convocó a una sesión, pero cuando vieron que no le salían las ordenanzas por las fisuras internas, cerraron el HCD porque las cuatro autoridades responden al caffarismo”.

Y agrega que, ante esta situación “nuestro objetivo pasó a ser poder sesionar y nos pusimos de acuerdo para que la presidencia no caiga en el caffarismo. Con Matilla seguro no nos pongamos de acuerdo a la hora de votar ordenanzas, pero confío en su institucionalidad”.

Cabe recordar que una semana atrás desde el caffarismo, a través del propio Morino, se presentó ante el Juzgado Contencioso Administrativo de Zárate-Campana para imponer una cautelar contra los concejales del Frente Renovador: Marcelo Torres y Micaela Morán, quienes también ocupan cargos nacionales.

Me parece un despropósito que, porque no estamos de acuerdo o nos parece que alguien está haciendo algo que no corresponde, dentro de un cuerpo colegiado como es una representación del Concejo Deliberante, pidamos la nulidad del otro. Con mucho tino la jueza resolvió declararse incompetente, para que reasumamos con la concejal Morán y pudimos firmar un decreto de este Concejo rechazando cualquier tipo de presentación judicial”, sostuvo Torres.

Esta acción y la consecuente renuncia de Morino expusieron una interna local que ya lleva tiempo pero que la visibilización de la puja nacional dejó todavía más en evidencia y que, preanuncia, un quiebre del que difícilmente el Frente de Todos logre sanar.

La intención de Cáffaro era provocar la salida de los dos ediles para sumar dos propios en reemplazo y así poder contar con una mayoría interna para poder obrar con mayor comodidad. Sin embargo, la cautelar no prosperó y el intendente enfrenta una posible rebelión interna.