Hay heridas que no cierran y otras que directamente siguen ardiendo. Es sabido que entre Fernando Gray, intendente de Esteban Echeverría, y el diputado nacional Máximo Kirchner las cosas no quedaron bien luego de la disputa que mantuvieron durante todo este año en relación a la conducción del PJ bonaerense.

Y, por lo visto, no se esperan grandes cambios. El propio Gray ya lo había dejado claro a la hora de conformar la lista local del Frente de Todos sin lugar para nadie que no sea de su riñón.

En primer lugar ubicó a Silvia Casas, una reconocida referente y vecina que cuenta con una amplia trayectoria en trabajo social y solidario, vinculado fundamentalmente a los niños y niñas con VIH. Detrás de ella, el jefe comunal no abrió el juego. Y desde el kirchnerismo se lo hicieron saber.

Es un acuerdo tácito. Él sabe que juega solo para este año pero nosotros tenemos en claro cuál será nuestro rol de cara al 2023”, le dijo a Data Clave un dirigente de La Cámpora. En concreto, Gray irá en estas elecciones adherido a la boleta nacional y bonaerense del Frente de Todos. Con la palabra cumplida que le hicieron a todos los intendentes de no abrir el juego en aquellos municipios donde el peronismo sea gobierno.

Pero claro, el hecho de no haber permitido una lista de unidad con los otros espacios que hoy conforman el ejecutivo y el HCD encendió más la interna. En su momento se había tanteado el terreno con el actual secretario de Derechos Humanos de la Nación, Horacio Pietragalla, quien realizó varias recorridos por Esteban Echeverría para medir conocimiento. Sin embargo, esa estrategia no avanzó. Por ahora.

Falta mucho para 2023, pero está claro que hay otros compañeros que tienen ganas de jugar. Más con el fin de las reelecciones indefinidas”, aseguró la misma fuente. Ante este panorama, Gray es hoy un aliado en suspenso que le sirve a la estructura actual pero que, de no subsanar las lesiones, se convertirá en un enemigo interno en lo inmediato.

Basta con analizar los diferentes pasos que viene dando el jefe comunal en sus recorridas diarias. Sin visitas nacionales, ni provinciales. Y apuntalando a los candidatos al HCD. Sin alusiones ni apoyo a las listas naciones y bonaerenses. Enfocando todo su aparato local a la consolidación de la gestión propia.

Y encima con una serie de críticas sutiles hacia arriba tras conocerse el Olivos Gate. “Quienes gobernamos nos equivocamos, pero debemos dar el ejemplo. Lo primero que me causó la foto es dolor, porque es una foto que no debería haber existido. Yo estuve siete meses aislado de mi familia porque mi mujer es paciente de riesgo, viviendo en la casa de familiares, yendo de un lugar a otro”, dijo. Y agregó: “A mí madre la vi la semana pasada después de un año. A mi padre todavía no lo pude ver".

Último paso

La bronca de Fernando Gray con el accionar de Máximo Kirchner no pasa. Una semana atrás la Justicia rechazó el planteo de nulidad esgrimido por Gray sobre las formas en las que se había realizado la convocatoria para nombrar a las nuevas autoridades y Máximo será formalmente presidente del PJ bonaerense.

El proceso electoral convocado en dicho cónclave fue celebrado con una anticipación razonable en el contexto actual y en virtud del cual se han visto condicionadas todas las actividades de la Nación, sin que dicha decisión hubiera implicado alterar los mandatos de las actuales autoridades partidarias en su extensión ni en su forma”, firmó, con guiño propio, Alejo Ramos Padilla, a cargo de Juzgado Federal N°1 de La Plata.