Minutos después de las 21 del domingo, con los primeros resultados ya cargados, la sorpresa era general. Propios y ajenos buscaban revalidar los datos que en los sondeos previos indicaban una ventaja de 5 ó 6 puntos para el Frente de Todos. Y rápidamente desde el oficialismo el mensaje pasó a ser uno: la diferencia de lo que se jugaba en cada espacio.

“Ellos tuvieron más participación porque en esta elección se jugaban quiénes los iban a representar. Ambos aparatos movilizaron en pos de ganar una interna y eso se vio reflejado en los resultados”, le dijo un funcionario del ejecutivo provincial a Data Clave el domingo por la noche.

Lejos o cerca de que esto pueda ser una de las variables a tener en cuenta como parte de un resultado, lo cierto es que el Frente de Todos tuvo la oportunidad de discusión previa a las generales pero optó por dar de baja todas aquellas listas donde el peronismo es gobierno.

Una resolución que fue tomada por la Junta Electoral del Frente de Todos y luego revalidada por la Junta Electoral bonaerense a cargo del juez Alejo Ramos Padilla. La estrategia se resolvió por lo menos un mes antes del cierre de listas. Desde entonces los intendentes ya contaban con la promesa de que no se le abriría una interna como parte también de la negociación por los puestos rumbo a la Legislatura bonaerense.

Sin embargo, los heridos fueron muchos. Y hoy, con el diario del lunes, quienes quisieron dar la pelea puertas adentro dejaron su opinión. “No sé quién toma las decisiones hoy, pero el ABC de la política dice que a mayor participación, los números se elevan. Y a nosotros no se nos permitió participar. Se logró una unidad que, sin internas, es de los cementerios”, le dice a Data Clave, el ex intendente de Merlo Raúl Othaceché. 

Fuerte crítica puertas adentro del FdT: “sin internas, la unidad es de los cementerios”

Y sobre la elección de la localidad donde fue varios años jefe comunal, asegura: “Tengo sentimientos encontrados. Soy peronista y me pone mal que pierda el peronismo, pero después veo que algunos se lo buscaron. Es lógico que Menéndez haga una elección mala para Merlo. Los intendentes malos, hicieron malas elecciones”.

En concreto, Gustavo Menéndez sacó el 39 por ciento de los votos, 25 puntos por debajo de lo cosechado en 2019. “No entiendo por qué se protegió a los intendentes malos. Fijate lo que pasó en José C. Paz, se hizo una de las mejores elecciones con tres listas en juego. Eso mismo podría haber ocurrido en Merlo”.

Desde Moreno, el mensaje es similar. José Luis Barreiro, que buscaba competir contra Mariel Fernández sostiene que “nuestra intención era cuidar el voto nacional y popular y no lo permitieron. Cuando no democratizás la elección, el voto es cautivo. Y el vecino o no va o se va para afuera. Y eso pasó en Moreno, donde habitualmente tenemos un promedio de 55 puntos y en esta elección se hizo el 38%”.

La caída en el piso del Frente de Todos también significó un aumento para Juntos que subió de la media de 25 a 31. Incluso el FIT se adueñó de parte de ese voto y quedó a un paso de lograr dos concejales. Algo inédito para un distrito en el que, en la actualidad, no hay ningún concejal de la izquierda.

“Era muy difícil que desde nuestros movimiento voten por Mariel ya que nunca convocó a la unidad”, cierra.

En diálogo con Data Clave, Agustín Celi, concejal del Frente de Todos en Berisso, sostiene que “nuestro espacio quedó muy dolido. Es muy difícil pedirle a los compañeros que acompañen a la misma persona que no te dejó competir. Hubo mucha gente que no fue a votar y eso bajó el porcentaje de votos”. 

El Frente de Todos en Berisso cayó más de 20 puntos con respecto a la elección de 2019. “Es muy difícil que de acá a noviembre cambie. No nos llamaron y nos ningunearon. Y eso terminó en un fracaso rotundo”.