La disputa por una nueva ley de Humedales tiene como último antecedente el dictamen de la comisión de Ambiente y Recursos Naturales del año 2020 que perdió estado parlamentario con el recambio legislativo de 2021. El presidente de dicha comisión volvió a presentar el mismo proyecto este año. El objetivo es “establecer los presupuestos mínimos de protección ambiental para la preservación, restauración y uso racional y sostenible de los humedales en todo el territorio de la Nacional”. En su anterior intento, nunca logró llegar a las otras comisiones a las que fue girado: Presupuesto y Hacienda y Agricultura.

Un humedal es definido por la ley como aquel en donde “la presencia temporaria o permanente de agua superficial o subsuperficial causa flujos biogeoquímicos propios y diferentes a los ambientes terrestres y acuáticos”. Y este intento por ampliar los presupuestos de aquellos espacios a resguardar genera conflicto con las economías regionales de algunos distritos. En este caso, principalmente los que están sobre el delta. 

“La Cámara de Diputados es muy proclive a caer en el lobby empresarial y sectorial, hace unos años yo no me abocaba a los temas ambientales, ahora que estoy de lleno en el tema, lo advierto claramente, jamás sufrí el nivel de presión que sufrí con la media sanción del proyecto de agujero azul (una ley destinada a la protección de una área marina)”, la revelación es de Graciela Camaño, una de las diputadas más experimentadas de la Cámara baja. La declaración la hizo a Diputados TV a raíz de lo que fue otra intensa quema de pastizales que colmó de humo a Rosario, la Capital Federal y el Gran Buenos Aires. 

“La ley de Humedales es una vieja deuda de la Cámara de Diputados, me avergüenza muchísimo”, dijo Camaño desde afuera de la grieta entre el Frente de Todos y Juntos por el Cambio y sentenció: “Es muy difícil la Cámara de Diputados para los temas ambientales”.

Para los que critican la medida, una regulación de los humedales va en contra de la capacidad productiva de las distintas economías regionales. Mientras que para los que defienden el proyecto y apuntan a una definición de zonas protegidas, ese argumento es falaz. Fundamentan que sin una zona regulada en poco tiempo crecerá la desertificación que está sufriendo el centro del país y por ende, menos producción. En conclusión, sostienen que es necesaria una ley de humedales para hacer una “gestión” del suelo, no prohibir su uso sino administrarlo. 

Allí reside nuevamente el fino límite y el equilibrio entre lo que sostiene una parte y la otra. En provincias como Corrientes son los diputados de Juntos por el Cambio los que dicen que no hace falta una ley de humedales porque ya tienen los esteros del Iberá como parque nacional y reserva natural. Es la misma oposición que le reclama al oficialismo la demora y el cajoneo del debate.

Humedales: la presión del “lobby ambiental” y los cruces por un proyecto que el FdT quiere reflotar

Desde el Frente de Todos aseguran que tras la puesta en escena de la problemática después de la última semana y las intensas humareda en los principales centros urbanos aledaños al delta, el tema cobró un nuevo impulso. “Estamos trabajando para empezar a tratarlo”, aseguró a Data Clave una fuente directa del bloque oficialista en la comisión de Ambiente. Coinciden en el FdT con la teoría de Camaño. “En los temas ambientales hoy está la presión más intensa, sobre todo en la minería”, dispararon en sintonia con la diputada peronista.

Por su parte, en Juntos por el Cambio tampoco pasa desapercibida la cuestión y tienen su mensaje al oficialismo. En el principal bloque opositor aseguran “estar trabajando en un proyecto de consenso” para presentar en el debate de comisión. “Hay varias iniciativas de todos los partidos pero no hay voluntad del FdT de tratarlo”, explicaron a este portal fuentes con silla en el debate de comisión y apuntaron ontra el oficialismo : “presiden la comisión y no lo ponen en el temario, sumado a que tuvieron mayoría más amplia hasta 2021 y dejaron que caiga el estado parlamentario”.

El escenario político no pasa desapercibido. Lo cierto es que el oficialismo tiene las comisiones claves en este tema y la medida nunca avanzó. Tan cierto como que en muchas provincias, diputados de la oposición están cómodos sin esta ley de protección para los humedales. Para muchos, el mejor lugar para este proyecto, es un cajón.