La discusión por la seguridad en el conurbano es uno de los ejes del debate de la pospandemia y hay diferencias entre los funcionarios que conducen esa agenda. En las últimas horas, el ministro de Seguridad de Buenos Aires, Sergio Berni, volvió a manifestar que la situación social “es igual o peor que en 2001” y encontró allí la explicación del crecimiento del delito en la última fase de la cuarentena.

En declaraciones a Radio Mitre, el intendente de Lomas de Zamora Martín Insaurralde dijo que la inseguridad está en los mismos niveles que en el mismo mes del año pasado y que el cambio se observa en la modalidad, ya que hay más entraderas con la gente en las casas. Sin embargo, eligió diferenciarse de Berni y pidió no pronosticar: “Yo no podría decir que el delito va a crecer. Tenemos que trabajar para que el delito baje. Es como que uno vaya a un examen y diga que va a dar mal. Uno no se presenta en un examen si piensa que va a ir mal. Yo tengo que darles a mis ciudadanos una mejor calidad de vida”.

Además, Insaurralde habló de las libertades recuperadas por la ciudadanía y dijo que con las flexibilizaciones, “los delincuentes hicieron de las suyas”. Respecto del pronóstico de Berni, también compartido entre otros por la interventora del SPF, María Laura Garrigós de Rébori, Insaurralde concluyó: “Debemos trabajar en vez de relatar. Tenemos una responsabilidad”.

Inmediatamente después, en la misma emisora, Berni le contestó al intendente: “Si uno no hace un diagnóstico no puede prepararse para lo que viene”, disparó. Volvió a hacer énfasis en que las desigualdades sociales a raíz de la pandemia y de una economía que venía endeble tienen relación directa con la delincuencia y que hay “4500 liberados que hoy delinquen en el Conurbano”. En lo que pareció ser un mensaje dirigido al jefe comunal, dijo que “cada municipio tiene un secretario de seguridad y les brindamos información para que diagramen un plan integral”. Y cerró: “No hacer análisis sería irresponsable por no advertir el problema que se viene”.