De cara a cada elección, una de las máximas en el peronismo es que suele ser más determinante lo que suceda puertas adentro que del otro lado de la grieta. Cada vez que el justicialismo logró alinear a sus distintos dirigentes en una misma boleta, en general el resultado fue positivo. 

El tema de intentar evitar la interna cobra mayor relevancia ahora que el PJ es la columna vertebral del Frente de Todos, la alianza política y electoral que hoy gobierna el país. El historial indica que el peronismo ha evitado exponerse a la división que generan las PASO y que en los últimos antecedentes tuvo daños colaterales. 

En este sentido, desde su génesis, esta versión de TODOS que logró repatriar al sector del Frente Renovador liderado por Sergio Massa, convivió con diferencias y choques de egos, junto con La Cámpora y el PJ más duro. En vísperas de una nueva elección, el apuro es por maquillar los roces internos en pos del bien mayor.

Quizás el terreno más disputado ha sido y es la provincia de Buenos Aires, donde abundan los caciques y nadie quiere perder terreno. En medio de esa disputa se encuentra el Partido Justicialista bonaerense, que a pesar de haber logrado cierto consenso detrás de la figura de Máximo Kirchner para liderar los destinos de la fuerza, el exconductor e intendente de Esteban Echeverría, Fernando Gray, se resiste al paso de mando. 

Al respecto, el sábado se desarrolló el Congreso partidario de manera virtual y el jefe comunal no ocultó su malestar y lo expresó a todos los presentes. El mandamás de La Cámpora evitó confrontar de manera directa, aunque envió un dardo al alcalde al hablar de “algunos egos”. A priori, Gray parece luchar contra los molinos en soledad cual Quijote, por lo que el resto de sus pares municipales confían en que la situación no pasará a mayores. 

"Dijo lo que él pensaba pero también dijo que las disidencias las iba a marcar adentro así que no creo que haya ningún problema”, aseguró ante Data Clave un intendente del interior de la Provincia. También ante este medio, desde uno de los pilares del peronismo en el Gran Buenos Aires manifestaron que Gray hizo su descargo y al mismo tiempo aseguró que no se va del peronismo, que va a dar la discusión desde adentro. Con lo cual me parece que igualmente va a ser factor determinante en su municipio. La situación va a ser tensa en un principio, pero va a terminar por resolverse”.

El domingo, en declaraciones a Futurock, el ministro de Obras Públicas, Gabriel Katopodis, aportó: "Las diferencias que se exponen son mucho menos que las que tenemos todos los días y nos hace bien tener esas diferencias. Lo que no tiene fisuras es entender que el Frente de Todos en mayúscula es una de las fortalezas que tenemos en miras a las próximas elecciones y que todas las decisiones se tomarán en la dinámica de la coalición".

Se descuenta que el dictamen ordenador llegará desde el Instituto Patria, llegado el momento. Queda poco más de un mes para el cierre de listas y si bien habrá cierta autonomía en los municipios, el último visto bueno tiene nombre y apellido: Cristina Fernández de Kirchner. 

El otro dato que pesará al momento de cerrar filas es la crisis que atraviesa el principal espacio opositor, Juntos por el Cambio. La crisis de liderazgo de la alianza entre el PRO, la UCR y la CC-ARI es una ventaja para el peronismo, que no podrá aprovechar si derrocha energía en compulsas internas. Además, los cambiemitas intentarán atraer algún sector del díscolo de peronistas que pueden quitarle algún poroto.