Lo resuelto esta tarde por Eduardo Furnari, titular del Juzgado Federal en lo Contencioso Administrativo N°2, generó un fuerte impacto político, que rebotó en la sede del Gobierno porteño, en Uspallata, y también en la Casa Rosada. 

En Balcarce 50 el tono fue de celebración, pero también de expectativa respecto a la reacción del jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta. 

Tras conocerse esa reacción (la Ciudad no acatará el fallo y ordenará que se mantengan abiertas las instituciones educativas), el presidente Alberto Fernández confió a sus principales colaboradores que Larreta "de persistir en esta actitud, el Jefe de Gobierno quedaría incurso en el delito penal de desobediencia desconociendo un fallo judicial, confiemos en que se respete la institucionalidad de la democracia", dijo el presidente según le confirmaron a Data Clave fuentes con acceso al despacho presidencial. 

De esta forma, se agrava aún más la crisis política entre Nación y Ciudad, en un conflicto que se inició cuando el presidente Fernández decretó la suspensión de las clases presenciales en el AMBA por dos semanas, DNU que Larreta resolvió no acatar a partir de un amparo avalado por la Justicia Porteña, pese a que el jefe de Gobierno había incurrido a la Corte Suprema para intentar desestimar el decreto presidencial.

Más temprano, y respecto al fallo, fuentes de Casa Rosada habían analizado que “Furnari puso las cosas en su lugar, pone en manifiesto que los jueces de CABA nunca debieron introducirse en un tema del cual no eran competentes y que al hacerlo generaron confusión e incertidumbre en la sociedad”.

Vilma Ibarra, secretaria de Legal y Técnica del Gobierno, aseguró que "el gobierno de la Ciudad perdió la moderación y la compostura y debe volver a recuperarla", y agregó, en diálogo con el canal de noticias IP, que Larreta "no puede hacerle caso a un juez y a otro no".