El tuit de la exembajadora en Venezuela y propuesta para ser embajadora en Rusia no pasó desapercibido en el Gobierno. Según pudo confirmar este medio, los dichos de Alicia Castro contra el canciller Felipe Solá podrían repercutir en el envío de su pliego. “Siempre es potestad del presidente”, cuentan.

No es la primera vez que en los primeros meses de la administración Fernández alguna declaración de Castro genera malestar en el gabinete: “Ayer saltó contra Felipe, pero ya había criticado a Béliz y al propio Alberto. Está siempre así en redes”, dicen fuentes cercanas al Canciller. En tanto, en diálogo con radio La Red Solá dijo que hay fuego amigo de una cantidad de gente que cree que pertenece a un colectivo pero no pertenece ni a una combi, son monoplaza de las redes”. Y siguió: “Algunos quieren distinguirse, no quieren que nada del gobierno los toque, eso es inmaduro. Dicen ‘yo soy yo y mis ideas’. Pero lo que veo es que ninguna organización importante protesta contra el gobierno, ni los trabajadores organizados, ni la Iglesia ni lo empresarios. Sólo veo gente que quiere hacerse ver, quieren ser título y aparecer, son seis o siete”.

Los cruces en el oficialismo tienen que ver con las posturas sobre la situación venezolana y allí es donde ni Alberto, ni Cristina, ni Massa parecen estar alineados. Hay referentes nacionales que afirman que existe allí una dictadura y otros que ven en el madurismo un gobierno legítimo. De ahí se desprende lo demás. Castro, exembajadora argentina en Venezuela, cree que “la política exterior no puede reducirse a hablar solamente de Venezuela cuando en la región también debe hablarse del Lawfare, de las proscripciones de Lula y Correa, del golpe a Evo, y de la injerencia de USA”.

Desde Cancillería dicen que “le propusieron ser embajadora pero por ahora no pasó de ahí”. En este momento, Castro no está ejerciendo el cargo como diplomática en Rusia y sus declaraciones podrían provocar el congelamiento del pliego. “Primero debería enviarse, después aprobarlo y después firmarse el decreto”, cuentan desde el entorno de Solá. Al momento, Ricardo Lagorio está ocupando ese puesto.

Si bien Solá disparó contra quienes quieren hacerse ver por las redes sociales, en el ministerio de Relaciones Exteriores dicen no querer darle mayor importancia a Castro. Sin embargo, las chicanas están a la orden del día: “En Cancillería se le dan importancia a los documentos oficiales. Si no, el día que nos declaren la guerra si no es por un tuit no lo vamos a creer”. En tanto, según pudo indagar Data Clave, Solá evitará apariciones públicas y exposición para no hablar de Venezuela. Sabe que toda entrevista termina en esa discusión, tiene una postura y no quiere reavivar las llamas del fuego cruzado. Castro, consultada por este medio, no quiso hacer declaraciones.