El próximo 10 de diciembre 32 distritos bonaerenses cambiarán de intendente, pero no de color político. Casi uno de cuatro (23.7 por ciento) de los 135 municipios que componen la Provincia tendrá esta particularidad. Y detrás de cada cambio de mando hay una historia que se reparte entre hijos, hermanos, rivales internos, delfines políticos, exjefes comunales que regresan y cambio generacional. Un mix que expone que adentro de cada localidad sucede un mundo.

Herencia

La idea de que todo queda en familia bien podría aplicarse en la política. Y mucho más a los municipios donde, se sabe, muchos jefes comunales construyen estructuras de poder en las que no hay lugar para aquellos que no llevan la misma sangre. Los casos de Ituzaingó y Ezeiza bien podrían funcionar como espejos y, también, como modelos.

Tanto Alberto Descalzo (UxP) como Alejandro Granados (UxP) llegaron a estos comicios con 28 años de poder local. Con el agregado de que, en toda su historia, los distritos siempre fueron gobernados por ellos más allá de algún interinato de turno. Los dos jefes comunales fueron electos por primera vez en 1995, cuando se fundaron los partidos, y fueron reelegidos en seis oportunidades consecutivas. Ahora sendos alcaldes decidieron correrse y dejarle el poder a sus hijos Pablo, en Ituzaingó, y Gastón, en Ezeiza.

Pero no se trata solo de una estrategia inherente a Unión por la Patria. En San Nicolás, los Passaglia extendieron la dinastía que inició Ismael, en 2011. El padre del clan reeligió en 2015 y su hijo Manuel (JxC) asumió en 2017 cuando se pidió licencia para luego ganar los comicios de 2019. Ahora, el próximo 10 de diciembre asumirá el otro hermano, Santiago, quien actualmente es diputado bonaerense.

En Pila, uno de los municipios más chicos de toda la Provincia, Sebastián Walker sucederá a su padre, Gustavo; algo que, en los hechos, ya sucede desde hace tiempo atrás debido a una enfermedad que atraviesa el exjefe comunal.

Adversarios internos y regresos

La rivalidad interna es otro de los escenarios que se dio en los últimos comicios. Sobre todo en Juntos, que tuvo primarias en casi todos los distritos. Sin embargo, la pelea más cruda se dio en Hurlingham, donde el camporista Damián Selci destronó a Juanchi Zabaleta luego de ganarle en las PASO.

Selci ya había sido intendente de manera temporal cuando el actual alcalde pegó el salto a Nación, durante un año, para ocupar el Ministerio de Desarrollo Social. Sin embargo, al ver que su reemplazo comenzó a tomar medidas por fuera de su mano política, Zabaleta adelantó el regreso para iniciar la campaña local. Pero no pudo convencer a los vecinos de continuar.

Renovación, internas y retornos: 32 distritos cambiarán de mando pero no de signo político

En San Isidro, JxC también tuvo una interna dura. Gustavo Posse puso a jugar a Macarena, su hija, con la intención de continuar con otra de las grandes dinastías locales. Sin embargo, la alianza entre el vecinalismo de Convocación y el sector del PRO local liderado por Ramón Lanús lograron cambiar la historia.

En Arrecifes, Colón y Puan, los intendentes electos le ganaron la interna al jefe comunal actual o al delfín que puso en competencia.

Renovación, internas y retornos: 32 distritos cambiarán de mando pero no de signo político

En La Costa, Juan De Jesús logró una victoria que le permitirá ponerse el traje de intendente por quinta vez luego de dejar el poder en 2007. El jefe comunal electo reemplazará a Cristian Cardozo. En General Villegas, Gilberto Alegre volverá conducir los destinos desde el distrito. Esta vez con una particularidad. Lo hará a través de Juntos por el Cambio cuando antes lo hizo desde el peronismo. En Laprida quien pegará la vuelta será Alfredo “Pichi” Fisher, actual senador bonaerense.

Delfines y cambio de género

El ahora exjefe de Gabinete bonaerense, Martín Insaurralde, ya había tomado la decisión de no presentarse a la reelección como intendente de Lomas de Zamora y en su lugar dejó a Federico Otermín. Sin embargo, el lomense se había candidateado como concejal con el fin de lograr una arrastre que, luego del escándalo del yate, terminó siendo más bien una carga y por eso decidió bajarse.

Ahora, el presidente de la Cámara baja de la Legislatura bonaerense asumirá el próximo 10 de diciembre con la necesidad de lavarle la cara a un distrito que se vio afectado por un escándalo nacional pero que, en los hechos, no tuvo un gran impacto a la hora de la elección.

Renovación, internas y retornos: 32 distritos cambiarán de mando pero no de signo político

Quien también logró ubicar a un dirigente de su línea fue Martín Yeza. En Pinamar, el actual jefe comunal puso al frente a Juan Ibarguren, su secretario de Turismo. Pero no fue fácil. Tras recurrir a la Justicia Electoral, el dirigente PRO se impuso por muy pocos votos de ventaja y tendrá un escenario político más adverso que su antecesor.

En Monte Hermoso, Mar Chiquita, Coronel Dorrego, Trenque Lauquen y Lobería, los intendentes o dirigentes de mayor peso local pusieron a jugar a sus referentes locales. En muchos casos, también, como parte de una renovación generacional. Mientras que Pellegrini y Capitán Sarmiento, Javier Iguacel y Guillermo Pacheco, respectivamente, dejaron al frente a Sofía Gambier y Fernanda Astorino, dos de las pocas jefas comunales que tendrá la Provincia.