El gobierno de la Ciudad de Buenos Aires mantiene diversas reuniones para saber cuáles serán las medidas que aplicarán ante la segunda ola de coronavirus. Apuntan a mantener la presencialidad escolar “lo máximo posible” y a reforzar las fiscalizaciones en comercios.

El jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, se reunió ayer con el presidente Alberto Fernández, con el gobernador bonaerense Axel Kicillof y el resto de los gobernadores para definir los pasos a seguir. A grandes rasgos, todos respaldaron al jefe de Estado para continuar con el DNU y ser un tanto más estrictos para disminuir los casos.

Uno de los temas principales para la City es qué ocurrirá con la educación presencial, el punto que Larreta quiere defender a rajatabla y que le tomó como un conflicto político con el Frente de Todos.

Al respecto, el subsecretario de Atención Primaria de la Salud de la Ciudad de Buenos Aires, Gabriel Battistella, reconoció hoy que “se pueden tomar otras medidas que no sea el cierre total o la apertura total (de las escuelas)” y sostuvo que “hay grises que se pueden ir trabajando”.

Fuentes de la Ciudad le manifestaron a Data Clave que hasta ahora el único punto de discrepancia sigue siendo la educación. “Colegios por el momento como estamos. A lo sumo pasar a la virtualidad al ciclo secundario, el resto no”, sostienen.

En cuanto a otras medidas, apuntan a ser más estrictos con la gastronomía y sólo permitirán el consumo en las afueras y hasta las 20 horas. A su vez, los comercios no esenciales solamente podrán hacer “take away”, es decir que no podrán ingresar los clientes y tendrán que vender en la puerta.

También suspenderán provisoriamente las actividades que se hagan en espacios cerrados y se realizarán mayores controles en el transporte público, donde sólo podrán viajar los esenciales. Sobre este punto, harán un nuevo empadronamiento para actualizar la base de datos.