Argentina recibió hoy una noticia poco agradable desde los Estados Unidos y que incide en su negociación con el Fondo Monetario Internacional (FMI), pese a que hay un principio de acuerdo: el Departamento del Tesoro de ese país defendió la política de "sobretasas", es decir el cobro de recargos significativos en los grandes préstamos que no se pagan en el corto plazo.

La postura la hizo pública el subsecretario de la entidad, Jonathan Davidson, quien argumentó que ese tipo de políticas "no se aplican a los países más pobres del mundo" y que los préstamos grandes son para países de ingresos medios.

Esta respuesta se las ofreció a un grupo de aproximadamente 18 legisladores demócratas -entre ellos Jesús García, Alexandria Ocasio-Cortez y Pramila Jayapal- que pidieron que se haga una revisión de esa política que lleva adelante el organismo internacional y que incidió fuertemente para países como Grecia y Portugal, que tuvieron el mismo inconveniente.

“Los ingresos de los recargos para aquellos países que los pagan ayudan a crear equilibrios precautorios para proteger a los accionistas del FMI contra pérdidas potenciales”, escribió Davidson en su respuesta a una carta del 10 de enero de los legisladores, una copia de la cual fue vista por Reuters.

Según reveló la misma agencia internacional, el FMI estimó que los países prestatarios pagarán más de U$S 4.000 millones en recargos además de los pagos de intereses y tarifas desde el comienzo de la pandemia hasta fines de 2022.

El Departamento del Tesoro de los Estados Unidos es dirigido por la ortodoxa Janet Yellen y que responde directamente al presidente norteamericano, Joe Biden, quien la convirtió en la primera mujer en conducir esa área. Yellen fue vicepresidenta del Sistema de la Reserva Federal entre 2010 y 2014 y presidenta desde febrero de 2014 a febrero de 2018, también pionera en dirigir ese cargo.

Janet Yellen, presidenta del Departamento del Tesoro de los Estados Unidos
Janet Yellen, presidenta del Departamento del Tesoro de los Estados Unidos

El pedido de revisar la política de sobretasas fue un reclamo del Gobierno argentino y que encabezó el propio Alberto Fernández en la última reunión del G-20. El primer mandatario había conseguido que los principales líderes del mundo enviaran una documentación conjunta en la que le piden al FMI analizar esa medida.

El jefe de Estado argentino también reconoció hoy que el Gobierno de los Estados Unidos tuvo un buen gesto en las negociaciones. Esto dijo en su cuenta de Twitter y en una entrevista con Radio 10: "Así como (Donald) Trump en su momento trabajó para favorecer al gobierno de (Mauricio) Macri poniendo en riesgo el futuro de Argentina, digo hoy que el actual gobierno norteamericano, a la hora de de darle un comienzo de solución al problema, acompañó con su voto a Argentina y eso lo valoro".

Tweet de Alberto Fernández

El reclamo también se le hizo directamente al FMI con una cumbre que tuvieron el ministro de Economía, Martín Guzmán y la titular del organismo, Kristalina Georgieva. Sin embargo, la misma se limitó a trasladar este reclamo al seno del organismo, donde Estados Unidos cuenta con la participación accionaria del 22% y con poder de veto.

Según las normas del organismo multilateral, el país paga sobretasas si pide un préstamo que exceda el 187% del mismo. Según pudo saber Data Clave, el 187,5% de la cuota equivale a U$S 8.490 millones, de donde el país paga sobrecargos por U$S 36.963 millones. El 2% equivale a U$S 738 millones.

Cuando el nivel de deuda excede el 187,5% de la cuota del país, se pagan 200 puntos básicos más que la tasa de base que impone el organismo. Y si el programa se extiende por más de tres años, el sobrecosto sube a 300 puntos básicos. Argentina ya le pagó unos US$ 3.000 millones de sobrecargos al organismo desde 2018. En tanto, la cuota suma unos U$S 4.540 millones (U$S 3.187 millones de DEG). El préstamo vigente con el país alcanza a U$S 45.453 millones a valor presente. Según pudo chequear este medio, 2 de cada 3 dólares en intereses corresponden a los cargos y sobretasas.

Pero el Tesoro estadounidense desestimó esta operación. “Desde el punto de vista del Tesoro, los recargos deben considerarse en el contexto del balance general del FMI, lo que es más importante, su capacidad para absorber pérdidas potenciales por la falta de pago de sus préstamos”, dijo.