El candidato a gobernador bonaerense, Néstor Grindetti, tiene por delante el difícil desafío de sostener el voto de Juntos. El escrutinio definitivo determinó que el dirigente PRO ganó la compulsa interna por poco más de 13 mil votos, 6 mil menos que los que habían arrojado los resultados provisorios del pasado 13 de agosto.

Con estos números, el lanusense, quien este jueves consiguió renovar su licencia como intendente hasta el próximo 31 de octubre, sabe que la participación de su otrora rival, Diego Santilli, será clave para poder fidelizar un voto clave teniendo en cuenta que el diputado nacional logró un corte de boleta en su favor en distritos de mucho peso dentro del padrón electoral.

En otras palabras, Grindetti, actual presidente de Independiente, se impuso por una cabeza o, siguiendo la línea futbolística, aunque no en referencia a su institución, por “la mitad más uno”. En los hechos, esa ventaja le permitió ponerse un traje de candidato que, para que pueda calzar a medida, necesitará de ayuda.

El encuentro entre ambos dirigentes se demoró más de lo pensado. Desde el lado de Santilli querían corroborar que la ventaja de 19 mil votos que había arrojado el escrutinio provisorio, cuando todavía restaba saber la elección de 400 mil votantes en la provincia de Buenos Aires, no arroje una sorpresa. Y, una vez saldada la duda, llegó la foto de unidad.

Pero no se trató de solo un encuentro. Atento a la necesidad de que el Colo sea parte activa de la campaña, el equipo de Grindetti armó varias reuniones para lograr que el mensaje llegue a todas las categorías de gobierno. Y más allá del encuentro privado también se juntaron con los intendentes del PRO y los dos principales referentes del radicalismo en PBA: Maxi Abad y Gustavo Posse.

Grindetti sabe que cuenta con el empuje nacional de Patricia Bullrich, pero que también necesita la tracción de los intendentes. Sobre todo en el Conurbano, donde perdió la interna en 12 de los 23 distritos (en Vicente López, Soledad Martínez fue con ambas boletas). En algunos casos por amplia diferencia, como en Tres de Febrero, donde Diego Valenzuela jugó para Santilli y en la votación provincial el Colo le sacó más de 20 mil votos al lanusense.

Es por esto que Grindetti busca que Santilli se vuelve una parte activa de la campaña para poder sostener el voto en aquellos distritos populosos donde los intendentes acompañaron para su rival, algo que también se dio en San Isidro (más allá de la victoria local de la fuerza alineada con su espacio).

Se habla de la victoria de Grindetti y tiene lógica, pero el Colo quedó muy bien posicionado para lo que viene. Juntos va a ganar la Provincia y para conseguirlo se necesita de Santilli. Va a ser una figura clave en el próximo gobierno bonaerense”, le dice a Data Clave un diputado bonaerense.

Lo cierto es que, como parte del acompañamiento, y por la estrecha diferencia final entre ambos, los acuerdos ante un eventual gobierno provincial están al caer. El ala de Horacio Rodríguez Larreta hoy descuenta que contará con una representación ejecutiva a la medida de lo conseguido.

Algo que, claro está, también busca el radicalismo a través de la figura del presidente del comité provincial, Maxi Abad, quien fue uno de los grandes ganadores electorales por las diferentes decisiones que tomó para salir a bancar el ala de los halcones dentro de la puja interna. El diputado bonaerense, quien ahora va como aspirante a la Cámara alta del Congreso de la Nación, aporta la fuerza de varios de sus correligionarios del interior que lo siguen en sus movimientos.

Y pese a que muchos muestran sus reparos con el diputado nacional Javier Milei, la posibilidad de contar con un aliado a la hora de generar acuerdos en la Legislatura bonaerenses también es parte de una realidad. Desde el PRO ya lo dejó en claro la mano derecha de Grindetti, el diputado provincial, Adrián Urreli, quien manifestó ante la consulta sobre un pacto con La Libertad Avanza que “no hay posibilidad alguna de un acuerdo desde lo formal, el momento de hacerlo será en el parlamento cuando discutamos proyectos de ley”.

Así las cosas, la ventaja conseguida y los acuerdos previos con los que se lanzó Grindetti, lo ponen en una situación de horizontalidad ante un eventual gobierno. Algo que, hoy por hoy, forma parte de una discusión a futuro.