Las palabras del presidente Alberto Fernández en la inauguración de la Sesiones Ordinarias del Congreso no solo no lograron “reducir la grieta”, sino que la ampliaron, en momentos en que el Parlamento debe aprobar o rechazar el acuerdo que el mandatario quiere cerrar con el Fondo Monetario Internacional. (FMI).

El líder de La Cámpora, Máximo Kirchner, se ausentó del encuentro, luego de haber renunciado a ser jefe de la bancada del Frente de Todos, solo dos días después de que Alberto Fernández anunciara el “entendimiento” con el FMI.

Y otro referente de ese espacio, el ministro del Interior, Eduardo “Wado” de Pedro, se fue el domingo de gira por España, ausentándose de la primera semana de negociaciones sobre el tema de la deuda.

Además, en el kirchnerismo no están muy contentos con los dichos de Fernández que dejó en claro que las tarifas de gas y electricidad “se ajustarán por debajo del índice de salarios” que el año pasado fue del 50%, muy lejos del 20 % máximo que quiere el Instituto Patria.

Por su parte, las palabras del mandatario criticando el monto y la forma en que tomó la deuda Mauricio Macri exacerbó los ánimos de la bancada opositora, que se levantó del recinto.

Ya uno de los principales referentes económicos del PRO, Luciano Laspina, había advertido que el acuerdo con el FMI “dejará una bomba fiscal al próximo gobierno. Si se cumplen los supuestos optimistas del acuerdo las necesidades brutas de emisión en el mercado local subirán de US$ 45.000 millones en 2021 (9,4% del PIB) a US$ 105.000 millones en 2024 (16,5% del PIB)”.

Las palabras del diputado recibieron el apoyo de su compañero de bancada, Fernando Iglesias quien destacó el “Excelente hilo (de twitter) de Luciano” y arremetió: “Si este es el plan, ¡qué lo vote Cristina!”.

En este panorama ¿cuál será el aval para conseguir el apoyo? Fernández no se ha quedado de brazos cruzados. El pasado sábado envió al mismísimo ministro de Economía Martín Guzmán a cerrar un compromiso de “asistencia financiera” por $2.500 millones con el gobierno de Misiones, y asegurarse el apoyo de esos diputados.

También habló en el Congreso de realizar el segundo, y postergado, puente que unirá Corrientes con Resistencia, y por si fuera poco, envió a su Ministro de Ciencia y Tecnología, Daniel Filmus, a Chaco y Formosa para reunirse con los gobernadores y crear un centro de biotecnología, es decir, más dinero a esas provincias.

Hace un mes, el ex director del Fondo Monetario Internacional (FMI), Claudio Loser, aseguró de manera irónica que “hay un problema de semántica, porque dicen que no hay ajuste y lo llaman ordenamiento”.

“Primero, no puede haber renovación del crecimiento más allá de lo que pasó en el 2021, que fue salir del pozo, sin disciplina fiscal y monetaria. No hay país que haya crecido en forma sostenida, teniendo una inflación del nivel” de Argentina. “Tiene que haber ajuste, pueden llamarlo como quieran, pero va a ocurrir”, dijo Loser sobre el acuerdo a alcanzar.

Ahora bien, ¿le alcanzará al FMI con que la mitad más uno de ambas cámaras lo aprueben? ¿Ese es el amplio consenso? Porque el Gobierno que surja de las elecciones de diciembre del 2023 – sea del signo que sea - volverá a tener que sentarse con el organismo y los acreedores privados para renegociar, otra vez, la deuda.