El entendimiento técnico del Gobierno con el Fondo Monetario Internacional está listo, pero ahora falta la aprobación en el Congreso y el directorio del organismo. En ese sentido, el Ministerio de Economía espera una resolución rápida que permita incrementar las reservas y terminar con las incertidumbres cambiarias. Los 10 puntos centrales del acuerdo.

Este mediodía, el Poder Ejecutivo envió al Parlamento el acuerdo alcanzado con el staff técnico del Fondo para refinanciar la deuda de US$ 45.000 millones que tomó el Gobierno de Mauricio Macri entre 2018 y 2019, a través de un programa de facilidades extendidas

En concreto, se elevó un proyecto que incluye como anexos la totalidad de los documentos que conforman el acuerdo, esto es, el Memorándum de Políticas Económicas y Financieras y el Memorándum de Entendimiento Técnico.

Según explicaron desde el Palacio de Hacienda, el programa, que durará 2 años y medio, tendrá 10 revisiones y serán trimestrales con desembolsos. “El pago de los mismos será entre 2026 y 2034, ganando 4 años y medio sin sacrificar dinero de la Argentina para pagar deuda en estos dos años y medio. El primer desembolso del FMI será de US$ 9.800 millones”, explicaron.

Vale aclarar que, sin el nuevo programa, Argentina no podría hacer frente a los vencimientos que se pactaron en el programa Stand By firmado en 2018 y actualizado en 2019. En 2022, nuestro país debía afrontar pargos por cerca de US$ 19.000 millones y 2023 cerca de US$ 20.000 millones

Desde el Palacio de Hacienda destacaron que “todo esto que se logró es inusual en el marco de un programa con el FMI. Se logró un acuerdo sin políticas de ajuste y con incremento del gasto real en todos los años del programa. Permite un camino transitable para nuestro país con mayor previsibilidad, certezas y visión de futuro”.

En ese sentido, hay 10 ejes principales en los que se definirán los próximos años de la economía argentina.

El primer eje planteado por el Gobierno es que habrá un “aumento moderado y sostenible del gasto con expansión en infraestructura, ciencia y tecnología y políticas de fortalecimiento de asistencia social y transición de planes sociales a empleo genuino”.

El segundo tiene que ver con las jubilaciones. Economía destacó que el acuerdo no prevé ninguna reforma previsional, sólo contempla dos párrafos en los memorandos sobre el tema. El primero ratifica la fórmula previsional adoptada en 2020 y el segundo habla sobre un estudio para determinar mejoras en el sistema y la posibilidad de extender la edad laboral de forma voluntaria.

El tercer punto tiene que ver con una “reducción virtuosa del déficit fiscal”, es decir que irá acompañado del crecimiento real de la economía. “Hemos trazado una estrategia plurianual de consolidación fiscal en la que se ha fijado como meta un déficit primario de 2,5% del PIB en 2022, que se reducirá a 1,9% del PIB en 2023, y a 0,9% en 2024”, consigna el acuerdo.

El cuarto punto hace referencia a una política fiscal “contracíclica”. “Si los ingresos reales del gobierno federal (netos del gasto asociado legalmente) fueran superiores a lo programado, nos comprometemos a aprovechar esta oportunidad para reducir debidamente el déficit fiscal según corresponda, o para asegurar que nuestro escenario base de meta fiscal se cumpla en el evento de que ocurra un shock externo adverso, y de esta manera reflejar nuestro compromiso respecto a las políticas de estabilización macroeconómicas”.

El quinto eje ratifica que “el sendero fiscal previsto se financiará principalmente mediante una firme expansión de la deuda pública denominada en pesos y el apoyo de la comunidad internacional, lo que facilitará la eliminación total del financiamiento monetario del déficit para finales de 2024”.

El sexto ratificó lo anunciado ayer sobre el tema tarifas. “Quienes más contribuirán a la reducción de los subsidios energéticos serán aquellos sectores con mayor capacidad de pago, mientras que el resto de los usuarios tendrán aumentos que estarán por debajo de la suba de los salarios”.

El siguiente corresponde a la Inflación. “Hay entendimiento de que la inflación es multicausal y no solo un fenómeno meramente monetario como afirmaba el Gobierno anterior y el FMI de ese entonces”.

El octavo punto menciona que “no habrá ningún salto cambiario”. “Calibraremos nuestra gestión del tipo de cambio para garantizar la competitividad a mediano plazo del tipo de cambio real efectivo, e incentivaremos la acumulación de reservas. Con este fin, y para ayudar a alcanzar las metas de acumulación de reservas en el marco del programa, la tasa de ajuste del tipo de cambio oficial mantendrá el tipo de cambio real efectivo en 2022, en general, invariable con respecto a los niveles de 2021 a fin de preservar la competitividad”.

 El noveno eje hace referencia a las políticas de crecimiento y resiliencia. “Las reformas que promuevan el crecimiento serán críticas para comenzar a abordar cuellos de botella de larga data y sentar las bases de un crecimiento más sostenible e inclusivo”.

Por último, se consignó el acuerdo sobre la evolución de las tasas de interés. “Se acordó un marco que tiene como objetivo tener una estructura de tasas de interés reales positivas, de modo de fortalecer la demanda de activos en nuestra moneda y contribuir a la estabilidad cambiaria y financiera”, concluyó el Gobierno.