Primero el ministro de Economía, Sergio Massa, y el Fondo Monetario Internacional (FMI) después confirmaron que se llegó a un acuerdo para avanzar en la revisión del programa argentino y obtener los desembolsos previstos para el segundo semestre del año.

Según se precisó desde Economía, el entendimiento prevé un desembolso de U$S 7.500 millones en agosto y otro en noviembre. Además, aprueba las facultades de intervenir en los mercados financieros del dólar para asegurar su normal funcionamiento.

También se precisó que habrá operaciones puente para los próximos pagos al organismo con otros multilaterales para que la Argentina siga adelante con el programa contra los desembolsos del FMI. Este mes los vencimientos son por 2700 millones.

Al mismo tiempo se van a recalibrar las metas de reservas para adecuarlas al impacto de la sequía y el organismo anuncia que apoya las medidas anunciadas esta semana vinculadas con el sector externo y fiscal. Esto es un nuevo impuesto para las importaciones de bienes suntuarios y un dólar a 340 para el maíz y la cebada.

El comunicado del organismo dice que “las autoridades argentinas y el personal técnico del FMI llegaron a un acuerdo a nivel de personal técnico sobre un paquete de políticas y un marco macroeconómico actualizado para completar la quinta y sexta revisiones combinadas bajo el acuerdo EFF de 30 meses de Argentina”. 

“Este acuerdo está sujeto a la implementación continua de las medidas de políticas acordadas y la aprobación del Directorio Ejecutivo del FMI, que se espera se reúna en la segunda quincena de agosto. La finalización de las revisiones combinadas le dará a Argentina un acceso de alrededor de US$7.500 millones”, se agregó.

“Desde la finalización de la cuarta revisión, la situación económica de Argentina se ha vuelto muy desafiante debido al impacto mayor de lo previsto de la sequía, que tuvo un impacto significativo en las exportaciones y los ingresos fiscales. También ha habido desvíos y retrasos en las políticas, que han contribuido a una fuerte demanda interna y una balanza comercial más débil”, sostiene el Fondo.

El comunicado sostiene que la meta de déficit fiscal primario para 2023 se mantiene sin cambios en 1,9 por ciento del PIB. “El cumplimiento de la meta requiere un mayor endurecimiento de la política fiscal en el segundo semestre de este año, respaldado por una serie de medidas acordadas de ingresos y gastos, protegiendo los programas sociales y de infraestructura prioritarios”, se precisó.

En cuanto a las reservas, hubo un cambio. “El paquete de políticas acordado busca aumentar las reservas durante el resto de este año, en consonancia con un objetivo de acumulación de reservas internacionales netas acumulativas de alrededor de US$1.000 millones para fines de 2023 (en comparación con un objetivo de US$8.000 millones en el momento de la cuarta revisión)”, precisa el organismo.