En base al Índice General de Actividad de la consultora Orlando J. Ferreres, la actividad económica tuvo un tropiezo en el arranque del año. Más allá de que en febrero puede haber un repunte, los analistas coinciden en que el 2022 será de desaceleración en la tasa de crecimiento.

El 2021 terminó con una recuperación del 10,3%, luego de haber caído 9,9%, y la actividad volvió casi a niveles de 2019. El IGA de la consultora registró para enero último un crecimiento de 6% interanual, desacelerando las cifras del cierre pasado.

Por su parte, la medición desestacionalizada mostró una contracción de 2,1% respecto al mes precedente. En tanto, Ferreres dijo que, a grandes rasgos, esto se explica por la dinámica de los sectores productores de bienes, y en particular por la trayectoria del segmento agropecuario y la industria

“En el primer caso influye la menor participación de aquellos cultivos que tuvieron una buena cosecha en la presente campaña, mientras que las manufacturas se vieron afectadas por la caída en la división de maquinaria y equipo y los alimentos”, detallaron. 

A pesar de ello, sectores vinculados a la energía, la construcción y el comercio, siguen mostrando cifras “saludables”

La economía tropezó en enero y los analistas prevén "desaceleración" de la recuperación en 2022

En tanto, recordaron que, si bien la actividad económica se contrajo bruscamente respecto a diciembre, este número está influenciado por lo sucedido en la industria, “un indicador que debe tomarse con cautela en sus primeras estimaciones por el impacto de las paradas técnicas”

En relación a las perspectivas, la consultora afirmó que el 2022 será un año de “desaceleración”, donde un contexto macroeconómico desafiante se traducirá en políticas menos expansivas

Este diagnóstico es compartido por otras consultoras de la City, que prevén una tasa de crecimiento en línea con el “arrastre” estadístico. “Para lo que resta del año, esperamos un crecimiento pobre, explicado básicamente por el arrastre estadístico que dejó 2021 (3,5% anual), que no será palpable por la sociedad”, afirmó LCG. 

“La aceleración de la inflación, aún antes del levantamiento de algunas anclas, difícilmente habilite un crecimiento de los salarios y por ende del consumo. La inversión estará atada a un clima de incertidumbre y el impulso fiscal estará acotado por la restricción presupuestaria en el marco del acuerdo con el FMI y las reducidas fuentes de financiamiento. El comercio exterior podrá aportar algo, en la medida que el alza de precios sea percibida como una señal potencialmente apropiable por el sector, pero, en este contexto, lo hará en el margen”, explicaron.

Para, Econviews el 2022 ni siquiera relfejará el arrastre que dejó diciembre de 2021 (4,1%) por lo que quedará por debajo, “en torno al 3,5% promedio”.