Los importadores ahora también deberán contar con la aprobación del Banco Central (BCRA) para hacer sus comprar en el exterior, ya que la entidad se incorporará al Sistema Integral de Monitoreo de Importaciones (SIMI).

La entidad que dirige Miguel Pesce informó que participará del SIMI junto con el Ministerio de Desarrollo Productivo y la Administración Federal de Ingresos Públicos, (AFIP) “y tendrá la posibilidad de asignar una categoría específica vinculada con la forma de acceder al mercado de cambios”.

“En los últimos meses se observaron incrementos sostenidos de las importaciones de bienes que excediendo las necesidades de las actividades productivas se asoció con un anticipo de compras como parte de un comportamiento especulativo”, advirtió el BCRA.

La medida dispuesta por el Directorio del BCRA “prioriza el uso de las divisas en la economía argentina en un esquema basado en la maximización de su impacto social y económico y con la meta de la acumulación de reservas internacionales que permitan el fortalecimiento de la política monetaria y cambiaria”, sostuvo la entidad que dirige Miguel Pesce.

A comienzos de año, el SIMI modificó la fórmula con la que calcula la capacidad de compra al exterior que tiene una compañía, lo que generó fuertes quejas del lado empresario.

En este marco fue que el titular de la Unión Industrial Argentina dijo que “no estamos pidiendo nada que no merecemos, no estamos acumulando stock para el 2023, sino para producir ahora”, y advirtió que sin esos insumos “podríamos comenzar a tener paradas en las líneas de producción”.

Ahora, el Directorio del BCRA, también dispuso “mantener hasta fin de año las condiciones de acceso al mercado aplicables a pagos de importaciones, la conformidad previa para cursar pagos de endeudamientos financieros del exterior con acreedores vinculados y las normas en materias de refinanciación de pasivos externos”.

Según informó la entidad monetaria a través de un comunicado, asignará a las SIMI una categoría A, que mantiene para las operaciones asociadas el mismo tratamiento que hasta la fecha, y una categoría B, que conlleva que las importaciones de bienes asociadas deban ser financiadas como mínimo a un plazo de 180 días corridos a contar desde el registro del ingreso aduanero de los bienes a la República Argentina.