Una de las exigencias del acuerdo firmado entre el Gobierno y el Fondo Monetario Internacional (FMI) es que el Banco Central ofrezca tasas de interés ligeramente positivas, para atraer inversiones.

La entidad que dirige Miguel Pesce, luego de dos semanas de espera, aumentó el martes pasado las tasas de interés por tercera vez en el año. De esta manera, las Letras de Liquidez (Leliqs a 28 días), que estuvieron un año sin moverse, subieron 200 puntos y llegaron al 44,5% nominal anual, lo que deja una Tasa Efectiva Anual (TEA) del 54,9%.

En línea con esa suba, el BCRA elevó el mínimo de las tasas de interés sobre los plazos fijos que, para las personas, se fijó en 43,5% anual para las colocaciones a 30 días hasta $ 10 millones, lo que representa una TEA del 53,3% .

Para el resto de los depósitos del sector privado la tasa mínima garantizada se estableció en 41,5%, lo que representa una TEA de 50,4%.

Pero esta suba de tasas no fue suficiente. Dos de las principales consultoras de la plaza financiera, Equilibra, y Quantum, advirtieron que esta suba “no alcanza” para atraer inversores “en pesos” ante el mayor ritmo de devaluación y de inflación.

Incluso, “la tasa de política monetaria debería subir 500 puntos básicos para que la Tasa Efectiva Anual (TEA) iguale a las expectativas de inflación y devaluación para los próximos 12 meses”, aseguró Equilibra, la casa de estudios de Martín Rapetti y Lorenzo Sigaut Gravina, entre otros.

Con una mirada más global, Equilibra apuntó a que todas las entidades monetarias vienen aumentando sus tasas para combatir la inflación que “alcanzó niveles que no se veían en décadas” en todo el mundo.

En ese marco, recordó que la Reserva Federal de los Estados Unidos (FED) subió 25 puntos básicos y la SELIC de Brasil pasó de 10,75% a 11,75% “y subiría a 12,75% en la próxima reunión del Banco Central”.

Por su parte, los economistas de Quatum, apuntaron a que “suponiendo una inflación de 5,7% en marzo y del 5,4% para abril”, las tasas establecidas por el BCRA “están entre  -2,0% y -1,6% para las pasivas bancarias, instrumentos del Tesoro en pesos y las tasas de política monetaria”.

La consultora que dirige Daniel Marx  consideró que “si bien a priori los controles cambiarios pueden dar algún margen para ir más lento en el ajuste de la tasa de interés, la incidencia de otros factores” como el aumento del ritmo de la devaluación y la inflación “puede requerir más temprano que tarde una aceleración en la convergencia hacia tasas reales positivas”.

“La tasa de interés real positiva tendría que ayudar a bajar la brecha y a proveer el financiamiento para el déficit del sector público”, agregó Quantum.

Mientras las consultoras privadas destacan esta “falta” de aumento, el BCRA destacó que las tasas a la que se otorgan los préstamos “se mantienen en niveles favorables, en especial para la inversión y la producción, y el sector MiPyME”.

No obstante, desde la Unión Industrial Argentina (UIA) advirtieron a través de un informe que “a nivel macroeconómico, los niveles de inflación y el anuncio de suba de tarifas supone un aumento de costos para las empresas, que además ya repercutió en un cambio en el rumbo de la política monetaria, con subas en la tasa de interés que podrían encarecer el financiamiento al sector privado”.