Las alianzas de gobierno no son un documento que se firma y ya está, un apretón de manos que sella un acuerdo inquebrantable. No. Son construcciones que deben trabajarse día a día, con concesiones de un lado y del otro, con mejores y peores momentos de convivencia. En una de esas crisis parece estar sumido el Frente de Todos, que si bien dejaba ver chispazos entre sus integrantes desde el inicio de la gestión del Presidente Alberto Fernández, la cosa pasó a mayores con la renuncia de Máximo Kirchner a la presidencia del bloque en Diputados.

El desplante tiene una gran carga simbólica, pero por sobre todo un impacto directo en la práctica, ya que el Congreso de la Nación está próximo a debatir el acuerdo alcanzado con el Fondo Monetario Internacional. Y con la negativa del hijo de la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner, se especula con un arrastre de voluntades, con una sangría que superaría la treintena de votos. Más allá del escarnio público por los trapos sucios lavados a la vista de todos, hay una consecuencia inmediata para la gestión.

Y allí se abre otro capítulo de construcción de puentes, que tiene que ver con aquellos sectores no alineados, pero con cierta afinidad, más o menos según el caso. Sucede que ante la carencia de votos propios, el Gobierno deberá optimizar recursos y potenciar algunos vínculos con los interbloques provinciales, de los varios que hay en el Congreso. Claro que, más allá de la voluntad de contribuir o no a la causa, la necesidad revaloriza el poder de fuego de estos sectores.

En este punto, cabe señalar que en la Cámara de Diputados, por fuera de la tensa paridad entre el FdT y JxC, hay un total de 25 bancas que pertenecen a fuerzas provinciales y bloques minoritarios. La izquierda y los libertarios, mientras tanto, anunciaron que votarán en contra del acuerdo. En el caso del FIT, sus principales referentes denunciaron que el entendimiento era un "pacto colonial" y llamaron a movilizarse en contra este lunes. Por el lado de aquellos que se referencian en Avanza Libertad, José Luis Espert apuntó: "El acuerdo con el FMI es una burla al ciudadano porque la baja del déficit es insignificante lo cual implica estar 5 años conviviendo con emisión de dinero y endeudamiento".

En tanto, el presidente del Interbloque Federal, Alejandro “Topo” Rodriguez afirmó a Data Clave que “Vamos a esperar que estén escritos los memorandos para cada área de política”. En este sentido, el legislador explicó que “el ministro Guzmán anunció que eso llevaría ‘algunas semanas’”. Y agregó: “Cuando eso esté escrito y a disposición del Congreso, lo analizaremos en detalle y tendremos un criterio”. 

Ante la interna del FdT, bloques provinciales cotizan en bolsa de cara a la votación del acuerdo con el FMI

Es preciso recordar que el bloque de Córdoba Federal, que responde al gobernador Juan Schiaretti e integra el Interbloque Federal, ya anunció que va a dar quórum pero se va a abstener en la votación. El resto del interbloque aguarda la información.

Por su parte, la máxima autoridad del interbloque Provincias Unidas, el rionegrino Luis Di Diácomo, manifestó a este medio que “no vamos a adelantar el voto hasta que no tengamos conocimiento exacto del acuerdo que está firmado”. En la misma sintonía, el diputado neuquino Rolando Figueroa deslizó que “no es posible emitir una opinión porque falta información”.

La postura del espacio que integran Juntos Somos Río Negro, el Movimiento Popular Neuquino y el Frente Renovador de la Concordia misionero es acordar un plan de pago que “no destruya al país”. Si bien están predispuestos a acompañar un acuerdo con el FMI, no lo harán a cualquier precio. Celebran que acordar con el Fondo genera previsibilidad, pero quieren leer con detenimiento el documento para tomar la decisión final.

Ante la interna del FdT, bloques provinciales cotizan en bolsa de cara a la votación del acuerdo con el FMI

Una cláusula que podría empantanar el respaldo al acuerdo

“En agosto de 2020 el gobierno envió al Congreso para su aprobación entregarle un bono en dólares a fondos especulativos que hicieron la bicicleta financiera en la época de Macri y se quedaron con pesos. Para darle una “salida ordenada” y que no presionen pidieron un bono de 1.500 millones de dólares a cambio de pesos”, confió a Data Clave un dirigente desde los despachos legislativos. 

Según indicó el dirigente que no responde a ningún lado de la grieta, “están pensando darle otro bono a esos mismos fondos especulativos por varios miles de millones de dólares más. Hablan de 5 mil y hasta 7 mil millones. Y poner ese instrumento dentro del acuerdo del FMI. Como parte del capítulo cambiario, con el fundamento de que eso presionaría menos contra el valor del dólar en el mercado local".

De sumarse ese bono, es muy probable que varios de los diputados independientes o que no pertenecen a los bloques mayoritarios no acompañen el acuerdo, lo que pondría en riesgo la aprobación del acuerdo con el FMI. El poroteo está muy ajustado como para realizar jugadas que condicionen los apoyos.

En cualquier caso, la postura de los partidos de la no tan ancha avenida del medio coinciden en tirarle la pelota a Juntos por el Cambio. "Nosotros no aprovechamos o desaprovechamos nada del oficialismo. No negociamos, votamos lo que nos parece lo mejor para la Argentina. Y lo que es malo, no lo votamos. Los que tienen que explicar qué van a hacer es Cambiemos", subrayó un dirigente con peso en el Congreso a Data Clave.

Y sentenció: "Ellos son los endeudadores y ahora se agarran de la excusa política de que el oficialismo se quebró para no votar. Son unos caraduras, deberían actuar con extrema responsabilidad y algo de vergüenza por el desastre que hicieron en la Argentina".

Crisis de Gobierno y el rol de la oposición en el Congreso

Ante la interna del FdT, bloques provinciales cotizan en bolsa de cara a la votación del acuerdo con el FMI

“No hay un ruidito interno en el oficialismo. Se rompió la coalición de gobierno en la Argentina. No lo digo yo, lo dice por escrito Máximo Kirchner, cuando dice que tampoco lo van a acompañar en diciembre de 2023. Hay una crítica al programa de gobierno, que dice que es el plan del FMI. Cuándo va a terminar de consolidarse esa ruptura, no lo sé, pueden ser días o meses”, apuntó a Data Clave un peronista disidente que conoce el paño.

“Algunos dicen que hay dos líneas o dos corrientes para la interna del Frente de Todos. Pero no hay dos líneas, hay una ruptura en la coalición de gobierno”, remarcó. 

Se especula que en el bloque del FdT va a haber no menos de 31 votos que acompañen la posición de Máximo Kirchner. Pueden ser hasta 35. Por lo que al oficialismo no le alcanza con pescar votos en los partidos más chiquitos. Va a necesitar no menos de 30 votos de Cambiemos, para llegar a 129.

También puede darse un escenario en el que el gobierno gane la votación con más abstenciones y ausentes que votos positivos. Es una forma de ganar, es cierto, pero es una manera muy débil de hacerlo.

Y podría haber un aliado inesperado desde Juntos por el Cambio. “La Coalición Cívica va a ayudar a Alberto Fernández. Hace varios meses Carrió decidió ayudar al Presidente. Ya en el Presupuesto los 11 diputados de la CC se iban a abstener para ayudarlo. Y ahora ya salió Carrió contundente a decir que hay que aprobarlo. Así que ya son 11 votos, más algunos que va a tener de los gobernadores, más algunos otros diputados de Juntos por el Cambio, se puede ilusionar para aprobarlo”, deslizó un peronista díscolo a Data Clave.