Hasta la semana que viene, el ministro de Economía, Sergio Massa, no va a volver a ponerse el traje de candidato a presidente por Unión por la Patria para las elecciones generales del domingo 22 de octubre.

Después del fatídico domingo 13, cuando se supo que el oficialismo quedó tercero en los cómputos generales, aunque él terminó segundo en forma individual después de Javier Milei, Massa arrancó el lunes temprano, antes de que abrieran los mercados, coordinando con el Banco Central con una devaluación del 22% del dólar oficial.

Según dicen las fuentes cercanas al comando de campaña, la medida se tomó para evitar una corrida bancaria tras el triunfo del economista de ultraderecha. Claro que el nuevo tipo de cambio provocó un nuevo salto en los dólares financieros y el blue, además de furiosas remaraciones en las listas de precios de las empresas.

Después de tres jornadas de alza sucesivas, jueves y viernes comenzó a retroceder el dólar, blue que estuvo a punto de tocar los 800 pesos en medio de especulaciones y desconcierto en los mercados.

Las primeras 48 horas después de la derrota del domingo fueron utilizadas para buscar un eje discursivo frente al mensaje de las urnas. “¿Qué vamos a decir?”, era la pregunta cuando no se cumplió el pronóstico esperado por Massa, de ser el más votado individualmente.

El ministro volvió a convertirse en candidato en la noche del miércoles para aparecer en el programa A dos Voces, por TN, para replicar las propuestas de Milei y revelar que el FMI hace un año le pide una devaluación del 100 del tipo de cambio.

Luego, al día siguiente apareció en Crónica TV. En los dos casos, para “dar la cara”, explicar porque se devaluó, las medidas que se fueron tomando para amortiguar el golpe en los bolsillos y desbaratar las propuestas de Milei.

Pero Massa no se dedicará pasear por los canales de televisión, como sus contrincantes Milei y Patricia Bullrich. Por lo menos tendrá puesto el traje de ministro unos diez días más, hasta que vuelva del viaje a Washington, donde espera volver con fondos frescos del FMI, explican en su entorno.

Tras la devaluación, su equipo trató de cerrar acuerdo con diversos sectores para atemperar los aumentos derivados de la devaluación. Ya hubo acuerdos en nafta, supermercados, carnes y medicamentos. El último paso será el dialogo con sectores del agro. 

También se esperan, luego de la visita al FMI, que surja el anuncio de una suma fija para los salarios más atrasados, para jubilaciones y la AUH, entre otras medidas para llevar algún alivio a los bolsillos.