Para un sector del Frente de Todos, la pandemia dejó en evidencia las falencias de un sistema de salud que necesita imperiosamente de una reestructuración integral. Por eso, desde mediados del 2020 vienen elaborando una iniciativa tendiente a proponer modificaciones estructurales a la organización prestacional que brinda atención médica a más de 45 millones de argentinos y argentinas.

En líneas generales, lo que se está proponiendo es ir a una unificación “entre lo público, lo privado y las obras sociales que optimice recursos”, como dijo en su último discurso la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner. En este grupo se encuentran los equipos técnicos que acompañan a Axel Kicillof en la gestión sanitaria y algunos espacios de pensamiento ligados al Instituto Patria y La Cámpora.

Sin embargo, no todos piensan lo mismo dentro del oficialismo. Por eso -además de la medicina privada, que tras la publicación del primer artículo de Data Clave donde se mencionaba el tema, pusieron el grito en el cielo- un grupo de funcionarios y referentes del mundo sindical observaron con mucha preocupación la existencia de este plan, a punto tal que este lunes abandonaran sus vacaciones para reunirse en la CGT con el fin de evaluar la compleja situación.

El preámbulo de esta propuesta dice: “Salud ha dejado de ser solo un sector o una cuota-parte de la organización del Estado para transformarse en el resultado de una convergencia que define la esencia de una plataforma de gobierno. La universalización de la educación y de los servicios de salud con calidad y gratuidad, califican hoy en el mundo un proyecto de gobierno, como se pone de manifiesto en los países centrales en donde fuerzas en el extremo del espectro político forcejean sobre estos dos componentes, en ocasiones conceptualizados como derecho o como mercancía”.

Este medio ya dio a conocer todos los ítems que se trabajan, entre ellos “aumentar la inversión directa en salud del Estado nacional a través de un Fondo Nacional de Salud” y “consolidar un marco normativo a través de una Ley Nacional de Salud y -en la medida que sea posible- contar con una Nueva Constitución”, entre otros ejes clave.

A poco de haberse publicado el mencionado artículo, distintos sectores que representan a las prepagas mostraron su expresa preocupación. Sin ir más lejos, Luis Maria Degrossi le aseguró a este portal que sería “atentar contra una de las pocas cosas que funcionan bien en este país”. Dos días después de aquel registro, el jefe de Estado recibió a uno de los referentes de la actividad para escuchar sus reclamos. Y también se expresó al respecto el Foro de Convergencia Empresarial, que criticó que no se habilite el aumento de las prepagas y que “el sector recibió solamente un aumento del 10% en diciembre”.

¿Qué ocurre con los sindicatos y sus obras sociales?

Como ya contó Data Clave, fueron los primeros en alertarse por esta situación, incluso previo a que se conozca parte de borrador. De momento lo que hay es hermetismo y nuevas reuniones para determinar cómo afrontar lo que parece ser una decisión política muy clara de la vicepresidenta. Si bien en el seno de la CGT hablan de reunirse “por temas generales”, no niegan que conocen “los rumores” y que se planteará en la mesa.

Hay otro tema importante en el medio, y es la rosca que se instaló en estos días por una supuesta salida de Eugenio Zanarini, actual titular de la Superintendencia de Servicios de Salud, que a fin de año atravesó por una situación de salud personal que obligó a una intervención quirúrgica. La situación generó la oportunidad para que surgieran rumores de un posible alejamiento del convalesciente Zanarini -que responde al ministro Ginés González García- y su eventual reemplazo por Liliana Beatriz Korenfeld, una persona muy cercana a CFK quien ya ocupó cargos en la dependencia durante el segundo gobierno kirchnerista.

Sin embargo, fuentes de la Superintendencia le confirmaron a Data Clave que Zanarini “está muy bien de salud” y que “el lunes estará en su despacho”, desmintiendo así los rumores de un posible nuevo desembarco de Korenfeld.

Varios gremios no disimulan su poca simpatía por este proyecto, aunque todavía nadie sale a hablar oficialmente “porque no son más que trascendidos”. Es más, una persona de adentro de la CGT le dijo a este medio que “la política actual se está discutiendo mucho por los diarios, pero no se hablan las cosas personalmente”. “Acá no sabes lo que pasa de un día para el otro porque hay doble comando”, dijo haciendo referencia al poder vicepresidencial de turno.

En cuanto al proyecto, esta misma fuente agregó: “Primero hay que discutir un proyecto que no conocemos, porque incluso hay una parte que implica cambiar la Constitución Nacional, y nadie lo va a hacer en un año electoral. Si quieren hacer una ley complementaria o un proyecto, nosotros también tenemos trabajos como la libre elección y con la canasta prestacional más reducida”.

En cuanto a ese juego de roles en la Superintendencia, expresaron que “eso es un problema que tendrá que resolver el Gobierno, nosotros con el que esté nos sentaremos a hablar, es lo que siempre hicimos y no es la primera vez que pasa”. Y sobre Korenfeld, aseguraron “tener una buena relación” y que “si hablan de que es una persona de Cristina para condicionarnos, tampoco es mucho problema, porque con el Presidente actual no encontramos las soluciones que planteamos desde la conducción”.

Por último, esta misma fuente le aseguró a Data Clave: “No se puede unificar el sistema privado con el público y las obras sociales. Quizás podes mejorar el tema de los efectores o llegar a acuerdo con las medicinas privadas para hacer planes que las obras sociales puedan adherir. Lo que falta es voluntad política”.