La segunda jornada de debate de la Ley Ómnibus no logró concluir como esperaba el oficialismo y pasó nuevamente a un cuarto intermedio hasta este viernes. Alrededor de las 0:30, el oficialista Oscar Zago propuso interrumpir el debate hasta las 10:30 de la mañana, mientras continúan negociando los artículos clave sobre los que aún no hay acuerdo, como la potestad de tomar y reestructurar deuda, las privatizaciones y los cambios en seguridad. La sesión se retomó en el horario indicado para seguir con la extensa lista de oradores. 

Durante una jornada cargada de tensiones, tanto dentro como fuera del palacio legislativo, el Gobierno envió una nueva propuesta con cambios para la Ley Bases y Puntos de Partidas para la Libertad de los Argentinos. Gestos a los bloques dialoguistas en busca de destrabar los artículos claves que tenían objeciones.

El primero de ellos es las emergencias declaradas para que el Gobierno nacional tenga mayor discrecionalidad en el manejo de fondos y las facultades delegadas. De las 11 originales se habían quitado la emergencia en Defensa y Social, ahora se suman la previsional, en Salud y Fiscal. Quedando solo emergencia pública en materia económica, financiera, de seguridad, tarifaria, energética y administrativa.

Además, se propone cambiar el listado final de empresas que pueden ser sujetas a privatización. De 40, ya se había quitado YPF, pasan a 30. Pero el punto clave es que habrá tres empresas de este extenso listado que solo podrán ser privatizadas de manera parcial. Banco Nación, Nucleoeléctrica Argentina y ARSAT, estas tres impedían a los dialoguistas votar el paquete.

Entre las empresas que se quitaron están Fabricaciones Militares, Banco de Inversión y Comercio Exterior, Casa de Moneda, Radio Nacional de Universidad del Litoral, Servicio de Radio y Televisión de la Universidad de Córdoba, Vehículo Espacial Nueva Generación y Yacimiento Minero de agua de Dionisio. La provincia de Córdoba es la gran ganadora, todas las empresas radicadas en el distrito fueron retiradas del proyecto.

El sector del radicalismo referenciado en Facundo Manes se muestra irreductible y rechaza darle al gobierno facultades delegadas y pretende que las privatizaciones se debatan “ley por ley” en el Congreso.

Por su parte, Hacemos Coalición Federal terminó optando por dar libertad de acción a la hora de la votación de los artículos en particular. Los dos diputados socialistas y Natalia De la Sota quieren rechazar el proyecto en general y particularmente las privatizaciones. 

La Coalición Cívica se muestra inflexible sobre las facultades delegadas, que su fuerza política siempre rechazó. Por último, los diputados de Córdoba Federal, que responden al gobernador Martín Llaryora, siguen amenazando con restar apoyos si no se atiene a los reclamos de los mandatarios provinciales, a los que el Gobierno prometió un nuevo pacto fiscal. 

Ley Ómnibus: se retomó el debate con la votación en general pendiente

Represión en las calles

Puertas hacia fuera del Congreso, la tensión fue el signo característico de la jornada, con manifestaciones de los sectores de izquierda reprimidas por la Policía, que aplicó el protocolo antipiquetes de la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich

Mientras ocurría la represión, en el recinto, los legisladores de Unión por la Patria y la izquierda pidieron un cuarto intermedio que no fue concedido. El presidente del bloque, Germán Martínez, propuso interrumpir el debate por una hora para que se frenen los incidentes entre manifestantes de partidos y movimientos sociales de izquierda. El pedido fue rechazado.

Acto seguido las bancas del bloque peronista se quedaron sin diputados y se trasladaron a las calles pero luego volvieron para seguir haciendo uso de la palabra en el recinto. “No vamos a dejar vaciar la lista de oradores”, dijo Cecilia Moreau.

El debate continuará con más de 30 oradores y estiman que la votación en general será cerca de las 14. Desde los bloques opositores piensan que el Gobierno optó por postergar la votación en general para continuar negociando y para no correr el riesgo de quedarse sin quórum para la votación en particular.