Mientras hay incertidumbre por las nuevas restricciones que decretará Alberto Fernández por el aumento de casos de coronavirus, el Gobierno Nacional avanza con el plan de vacunación y tiene tres objetivos: ir a buscar más dosis de las Sputnik V, llegar a buen puerto en la negociación con China y esperar la llegada de las vacunas de AstraZeneca en febrero.

Ayer hubo una conferencia de prensa del jefe de Gabinete, Santiago Cafiero; y el ministro de Salud de la Nación, Ginés González García, en la que manifestaron que a día de hoy “vamos a llegar a 70 mil vacunas aplicadas” y que “la Argentina es el país que más ha vacunado en toda la región”. Sin embargo, advirtieron que “todavía falta” y que “hay que seguir cuidándose”, anticipando nuevas medidas para evitar la circulación.

A su vez, el líder de la cartera sanitaria profundizó sobre las vacunas desarrolladas en Rusia y dijo que un avión de Aerolíneas Argentinas viajará para ir a buscar las dosis complementarias de la primera vacunación. Según pudo saber Data Clave, ese vuelo a Moscú se realizará el 14 de enero a las 8.35 y regresará al país el 15 por la medianoche.

“Compramos un total de 20 millones de esa vacuna, así que va a empezar a ser casi incesante el traslado de vacunas a la Argentina”, agregó Cafiero, apostando a que en el corto plazo el país pueda llevar adelante una intensa campaña de vacunación.

Pero además de las Sputnik V, el Gobierno apunta a llegar a buen puerto con China para comprarle un millón de dosis, sumado a que hay un centro de desarrollo chino en Brasil, con quien también iniciaron negociaciones.

En ese sentido, la gestión de Alberto Fernández empieza a pensar que en febrero podrán llevar adelante un plan masivo de vacunación, ya que contarán con las dosis complementarias de la vacuna rusa y podrían sumarse las chinas.

También esperan la llegada de las vacunas de AstraZeneca, otra empresa con la que ya hubo acuerdo. A esta altura, la única incertidumbre es qué ocurrirá con Pfizer, ya que el Gobierno y la empresa reconocieron que hay un “stand by” por diferencias en el contrato.