El ministro de Economía, y candidato a Presidente, Sergio Massa, estará el martes y el miércoles en Washington cuando el directorio del Fondo Monetario Internacional (FMI) tiene previsto aprobar el desembolso de US$ 7.500 millones para Argentina.

Con ese dinero, el Gobierno cubrirá los pagos que hizo en julio y agosto tomando dinero prestado de China, a través del “swap” de monedas, y los Derechos Especiales de Giro (DEG- la unidad de cuenta del FMI) que le otorgó Qatar.

Pero más allá lo formal, Massa busca que el FMI desembolse US$ 3.000 millones adicionales que deberían llegar para noviembre, luego de una nueva revisión de las metas fiscales y después de una eventual “segunda vuelta” electoral.

Massa quiere con ese dinero “fortalecer las reservas e intervenir en el mercado cambiario”, según dijeron fuentes del Palacio de Hacienda. No quiere que otro “Cisne Negro”, además del triunfo de Javier Milei, le complique la situación hasta el traspaso de mando.

El candidato a presidente de Unión por la Patria (UxP) ha dado muestras de que está dispuesto llevar adelante con las “recomendaciones” del Fondo, luego de no haber podido cumplir con ninguna de las metas con las que el Gobierno comprometió en marzo del año pasado.

Habrá que recordar que, a fines de julio, Massa le aplicó el impuesto PAIS, en distintas escalas, a los dólares que se utilizan para las importaciones, en una medida destinada a reducir el déficit comercial, y reducir el desbalance fiscal.

A esa “devaluación fiscal” se le agregó una más ortodoxa el día después de las PASO cuando el dólar oficial aumentó 20% para quedar en $ 350 “hasta las elecciones” del 22 de octubre.

Y si como eso fuera poco, elevó la tasa de referencia del Banco Central para llegar al 9,7% mensual.

Incluso, el viernes, la secretaria de Energía, Flavia Royón, aseguró que se aumentarán las tarifas de electricidad debido a la devaluación.

Con todo esto a cuesta, Massa buscará entre el martes y el miércoles, acceder a esos US$ 3.000 millones adicionales, el tema será si el Fondo se los dará para seguir financiando compras de importaciones a un dólar que vale la mitad que los financieros, e intervenir en la plaza financiera para que no se escape la cotización de la divisa.